Cuando en enero de 1873 se programa la inauguración de la estación de ferrocarril (1) la empresa Ferrocarril del Oeste a pesar que al paraje ya se le conocía como Santa Rosa, elige para la estación el nombre de Ituzaingó. Con dicha denominación quiebra un tanto la norma de toponimia empleada hasta entonces en que los nombres de las estaciones estaban vinculados a los propietarios de las tierras circundantes o al nombre del paraje. Como es habitual el de Ituzaingó desplazó al anterior Santa Rosa. Pero las designaciones toponímicas en el primeramente pueblo, luego ciudad y actualmente municipio, están acordes a un coherente homenaje recordatorio no solamente en el nombre sino también en las fechas del hecho histórico, militares y civiles participantes y sucesos bélicos vinculados a lo mismo.

¿QUE FUE ITUZAINGO EN LA HISTORIA?
La geopolítica argentina en el siglo XIX tiene en el enfrentamiento territorial con el Imperio del Brasil su punto más trascendente. Entre los años 1825 y 1827 sucederán acciones militares conformando la Guerra con el Brasil cuyo hecho similar culminante será la Batalla de Ituzaingó. Antes de continuar aclaramos que dicha acción se produjo en el actual territorio de Brasil, en la región de Río Grande do Sul próxima al Río Santa María, no lejos del actual límite entre Brasil y Uruguay.
La ocupación de la Banda Oriental (actualmente Uruguay) por tropas del Imperio del Brasil será el desencadenante entre otros factores de los hechos que concitan nuestro relato. Como complemento anecdótico de la situación recordaremos el glorioso desembarco de los 33 Orientales en abril de 1825, comandados por Juan Antonio Lavalleja, comerciante que luego llegaría a general cumpliendo un papel trascendente en la batalla de Ituzaingó.
El gobernador de Buenos Aires Don Gregorio de Las Heras declara rotas las relaciones con el Imperio (debido a la ocupación de la Banda Oriental) en noviembre de 1825. Don Pedro I el emperador elige el camino de las armas para dirimir la cuestión y declara a las Provincias Unidas del Río de la Plata. El gobernador Las Heras comunica la situación a las provincias y se prepara para la acción militar. En febrero de 1826 es elegido primer presidente de la República Argentina don Bernardino Rivadavia. Su gobierno genial y progresista en bienes va a resultar nefasto en su relación con los caudillos del interior que van a retacear su ayuda al ejército en formación.
Al mando de las tropas republicanas es designado el General Martín Rodríguez (2). En los combates de Rincón y Sarandí tienen nuestras armas sus primeros triunfos.
En honor a la síntesis pasaremos directamente a la batalla final o sea Ituzaingó ya con las tropas republicanas (3) al mando del Brigadier General Don Carlos María de Alvear.

20 DE FEBRERO DE 1827
En diciembre de 1826 el ejército al mando de Alvear comienza la marcha estratégica hacia el lugar de enfrentamiento con los imperiales. Además de distinguidos militares lo secundan en el rango más alto del mando los Brigadieres Generales Miguel Estanislao Soler y Juan Antonio Lavalleja.
Las cifras más aceptadas históricamente respecto al número de tropas dan entre 7 y 9 mil hombres en total que incluían 3 Brigadieres, 3 Coroneles Mayores (Generales), 65 Jefes de Coronel a Mayor, 297 oficiales de Capitán a Alférez y el resto tropas de caballería (5000), infantería (1600), artillería (300) y aproximadamente 2000 milicianos orientales.
El 20 de Febrero se habrá de producir el enfrentamiento con las tropas imperiales algo superior en número y armamento.
Las fuerzas de Alvear cruzan el Río Santa María y acampan en los médanos y esteros comprendidos entre el río y el arroyo Ituzaingó (4), curso de agua no importante pero que habrá de dar nombre a la batalla.
Las tropas imperiales al mando del generalísimo Marqués de Barbacena esperan en los médanos a corta distancia de la Gran Zanja Central que divide ambos ejércitos y tendrá un papel protagónico en el encuentro.
Entre las 7 hs y 8 hs. De la mañana del día 20 se producen los primeros cañoneos. Un error táctico de las tropas imperiales es notado por Alvear que ordena a Lavalleja que cargue en masa con su caballería. En principio Lavalleja objeta la orden (las desobediencias de Lavalleja serán tradición) pero luego carga con el apoyo de los lanceros de Olavarría y Zufriategui.
Alvear da orden al Coronel Brandsen de cargar con su caballería e infantería y la artillería de Chilabert y Arengreen sobre el enemigo.
Brandsen hace observar respetuosamente a su jefe que encontraría el zanjón mencionado como un obstáculo riesgoso.
Alvear al escuchar el mensaje lo increpa y dice “Coronel Brandsen cuando el emperador Napoleón daba una orden en batalla nadie objetaba aunque supiera que iba a morir”. Y contesta Brandsen: “Sé que voy a morir pero cumpliré la orden”. Avanza Brandsen con sus tropas y su ayudante teniente Lavalle. Al observar que el general Alvear acompaña a la columna le ruega que se detenga para no arriesgar la vida del jefe. El paso de la zanja será en efecto un obstáculo difícil y la detención le cuesta la vida al glorioso Brandsen y a su ayudante Lavalle.
Pero la carga finalmente es exitosa. Las tropas imperiales tornan en retirada y antes de terminar el día –el combate sólo duró entre 5 y 6 horas- las tropas de la República logran uno de los éxitos militares más gloriosos de su historia. Según palabras del mismo Alvear el combate en una lucha justa situación provocada por la invasión territorial brasileña (5).

ITUZAINGO EN EL RECUERDO
En la actualidad la memoria de este hecho de armas está preservada por una inteligente toponimia de calles que merced a una ordenanza municipal del año 1940 vincularon sus nombres al citado suceso.
Ya con anterioridad, en 1929 se habían desplazado designaciones de origen político europeo por nombres vinculados a la gesta sanmartiniana varios de cuyos jefes actuaron en Ituzaingó. También en ese año se impone el nombre de la avenida Rivadavia presidente de la República al ocurrir el combate de Ituzaingó.
Así nuestra plaza principal ostenta el nombre 20 de Febrero. Las calles del actual Ituzaingó retrotraen permanentemente a la gesta. Los dos jefes muertos son recordados en las calles Brandsen y Manuel Besares.
También están: Olavarría (herido en combate), Lavalle, Pacheco, Iriarte, Arengreen, Olazábal, Laguna, Mansilla, Soler, Deheza, Beltrán, Pirán, Ventura Alegre, Paulino Rojas, José María Paz, Zufriategui, Trole.
Están en sus calles los orientales que intervinieron en Ituzaingó como Lavalleja, Oribe, Ribera.
También están el primer jefe de las tropas republicanas Martín Rodríguez, el ministro de guerra durante el conflicto Francisco de la Cruz y el médico cirujano principal Dr. Francisco Javier Muñiz.
No faltan los nombres de combates navales y terrestres durante la guerra como Bacacay, Ombú, Los Pozos, Juncal, Camacuá (6).

CONCLUSION
Creimos interesante explicar someramente el origen del nombre de Municipio de Ituzaingó y la toponimia de su éjido urbano en la actualidad.

NOTAS
(1) Por razones no bien explicadas la estación fue habilitada un año después. Por entonces el tren circulaba de Morón a Merlo sin paradas.
(2) Lavalleja aspiraba a dicho cargo presionando en ese sentido pero su designación hubiese dejado desconformes a muchos militares de escuela como Lavalle, Paz, Olavarría, Olazábal, etc.
(3) Las tropas argentinas son históricamente reconocidas como republicanas mientras que las brasileñas lo son como imperiales.
(4) Ituzaingó en raíz guaranítica significa agua abundante que cae o suspendida en el aire, aclaración que agradecemos a la revista “Nuestro Lugar”.
(5) Lamentablemente el logro en el campo de batalla de Ituzaingó fue perdido en la diplomacia pero eso es otra historia.
(6) Simplemente elegimos algunos nombres pero debemos decir que hay muchos otros vinculados a la gesta en nuestro distrito.